El matrimonio de Malala Yousafzai es una fuerte respuesta a los matrimonios arreglados. La activista por la educación de las niñas y Premio Nobel de la Paz se unió a su novio, Asser Malik, tras dos años de relación, en una íntima ceremonia tradicional pakistaní.
“Asser y yo nos casamos para ser socios de por vida. Celebramos una pequeña ceremonia de nikkah en casa en Birmingham con nuestras familias. Envíenos sus oraciones. Estamos emocionados de caminar juntos en el viaje que tenemos por delante”, escribió en su Instagram.
La publicación de inmediato generó comentarios divididos entre quienes manifestaron sus buenos deseos a la unión, y los críticos que recordaron que Malala había despreciado la idea del matrimonio en el pasado.
“Si quieres tener una persona en tu vida, ¿por qué tienes que firmar papeles de matrimonio, por qué no puede ser simplemente una sociedad?”, dijo la activista en una entrevista hace algún tiempo.
Pero como cualquier persona, fue capaz de cambiar de opinión y a sus 24 años decidió iniciar su vida como casada. Ha sido un gran año para Malala, que recientemente se graduó en Filosofía, Política y Economía de la Universidad Oxford.
¿Quién es el esposo de Malala Yousafzai?
Su esposo es un economista apasionado del cricket, rasgo que comparte con ella. Trabaja con el gobierno pakistaní en el organismo que regula ese deporte y es emprendedor en el área de management de jugadores.
Su Pakistán natal es conocido como uno de los países con la tasa más alta de matrimonios infantiles y arreglados en el mundo. Es por ello que el hecho de que Malala Yousafzai decidiera casarse por amor es un acto revolucionario.
Allí, las familias reciben pagos de 3 mil dólares por entregar a sus hijas en matrimonio, quitándoles la posibilidad de forjarse un futuro fuera de la pobreza. Es por ello que la lucha de Malala Yousafzai es para que las niñas puedan educarse y, como ella, hacer sus propias elecciones.
“Sabía que la escuela no era solo un lugar para leer y escribir, sino también un lugar de emancipación para las mujeres”, dijo.
Tras graduarse de Oxford, la Nobel de la Paz no tiene una agenda definida. Actualmente sigue luchando con problemas de salud. A más de 9 años después sigue recuperándose del ataque de los talibanes que le dispararon en la cara cuando iba a la escuela, y por lo que ha tenido más de seis cirugías.