Navidad es la época más popular del año para pedir matrimonio, revela un artículo del Washington Post, que agrega que quizás comprometerse en Navidad no sea tan buena idea.
El periódico asegura que Navidad es el momento preferido para hacer la gran pregunta, seguido de la noche de Año Nuevo, y la causa fundamental es que las parejas quieren compartir ese momento tan especial con sus familiares y seres queridos.
A menudo, la persona que pide matrimonio solicita la ayuda de allegados de su pareja para crear la sorpresa perfecta y esto es más sencillo de hacer en diciembre, cuando muchos se encuentra de vacaciones o descanso.
El diario enlista una de las peticiones más memorables: la de un cachorrito al pie del árbol con un cartelito de “¿Te casas conmigo?” colgando de su collar.
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Todos estos tiernos factores hacen de diciembre la “temporada de compromisos” y la diferencia más notable es que el resto del año las parejas suelen ir de compras del anillo juntos, pero en Navidad son los hombres los que quieren dar la sorpresa.
Proponer matrimonio en Navidad es incluso más popular que hacerlo el Día de los Enamorados, que es el 14 de febrero.
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Por qué no deberías hacerlo
¿Cuál es el factor por el que la publicación sugiere no pedir matrimonio en Navidad? Es puramente pragmática. En los Estados Unidos, el anillo de compromiso puede ser muy costoso. Con miles de dólares en juego, la ley lo considera como un regalo condicional, lo que quiere decir que debe ser devuelto a quien lo compró si el compromiso se rompe.
En cambio, si haces la pregunta en Navidad, el cumpleaños o el Día de los Enamorados, la ley estadounidense lo cataloga como un regalo normal. En ese caso, la chica no está obligada a devolver el anillo.
