¿Serías capaz de decirle adiós al sujetador? La editora de moda Madeline Dangmann decidió hacerlo y estuvo todo un mes sin usar brasier.
Ella contó su experiencia en un artículo digital de la revista Glamour España y sus palabras hicieron que muchas mujeres se sintieran identificadas.
Sobre todo porque durante años el sostén ha sido catalogado como algo más que una simple prenda de ropa íntima. Y es que siendo sinceras, muchas veces las mujeres que se animan a no usarlo son juzgadas como “liberales”, “vulgares” o “exhibicionistas”, pero la pregunta es… ¿por qué?
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Usar o no brasier es una decisión de cada mujer
En palabras de Madeline Dangmann, ella creció en una época en la que el sujetador se idealizaba como epítome de la feminidad. Además, cuenta que vivió de cerca el ‘boom’ de los bra push-up y dice que fue quizás porque los desfiles estilo Victoria’s Secret alimentaban la idea de que había que glorificar a los pechos grandes.
Con el tiempo y las nuevas generaciones han llegado nuevas formas de pensar. Una sacudida grande la dio la pandemia de COVID-19, pues en esa época fueron muchas las mujeres que comenzaron a experimentar el home office y esa modalidad de trabajo hizo que una gran cantidad descubriera lo que se siente estar sin sostén.
A esto también se le suma la tendencia ‘Free The Nipple’, que es básicamente salir a la calle dejando atrás el sujetador. Esta opción no solo la toman famosas como Kendall Jenner o Gigi Hadid, la verdad es que cientos de mujeres sienten algunos beneficios y Madeline es una de ellas.
Esta amante de la moda expresó en su artículo de opinión que al principio estar sin brasier no fue sencillo, pero poco a poco le fue gustando la idea.
“Es cierto que empecé poco a poco. Al principio con camisetas ajustadas que mucha más sujeción que las camisetas holgadas. Aunque, por otra parte, también hacía que mis pechos (75B) se vieran mucho más lo que al inicio y eso me incomodaba. Pero después cambié de opinión. De repente, se alteró la percepción que tenía de mi imagen corporal como si mis pechos sin sujetador se integraran mejor en el conjunto y todo pareciera más armonioso de alguna manera”.
Madeline Dangmann también describió que otra ventaja que encontró con su experimento es que “arreglarse por la mañana requiere menos esfuerzo y estrés”. Incluso, se alegró de que ya no necesita un sujetador distintos para cada tipo de blusa o top que usa.
Eso sí, ella dejó muy claro que su idea no es voltear el escenario y ahora mirar con extrañeza a las que aman usar bra. En realidad, lo que quiere es que la decisión sea totalmente personal y venga de la comodidad que siente la mujer, no de lo que dicte una sociedad cuyos estándares de belleza están cada día desboronándose más.