Para muchos, no hay nada más adorable que los abuelos y si eres una de esas personas quizás esta historia alegre tu corazón, pues se trata de una abuela emocionada por recibir peluches de su nieta.
Detrás de todo ese gesto hay un poderoso motivo que le da más sentimiento a este cuento y es que esta señora no tuvo muchos juguetes en su infancia.
Esa es la historia de Nélida Coppola, una mujer argentina que nació el 23 de junio de 1928 y creció en medio de la crisis económica de la década de los 30. Aunque su familia era clase media, ella no tenía muchos juguetes y se las ingeniaba con su imaginación.

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Abuela se emociona con los peluches que le regala su nieta
Coppola conversó con Infobae y reveló que aunque está acostumbrada a tener una familia grande y disfruta mucho de sus 12 nietos, ella necesitaba algo más. Fue entonces cuando llegó a su vida su perro Paco, quien le hizo compañía cuando enviudó.
Tiempo después, ya Paco estando en edad avanzada, su familia decidió regalarle una perrita a la que decidieron llamar Monita. Ella comenzó a enfermarse y para que Nélida no sufriera nuevamente Milagros, una de sus nietas, optó por regalarle un perro de peluche con chapita para su cumpleaños 93.
La sorpresa se la llevó la joven cuando vio la emoción de su abuela al destapar el regalo, tanto así que ninguna pudo contener las lágrimas.
“Me dio uno de los abrazos mas lindos que recibí en mi vida. Lo abrazaba, lo acariciaba, estaba tan agradecida. Ella sentía que le había dado un compañero”, le contó Milagros al mismo medio.
Después de ese momento, ella comenzó una tradición y cada vez que su abuela cumple años le regala un nuevo peluche. Actualmente Nélida tiene un perro, un gato y un conejo a los que disfruta como si aún fuera una niña.
La historia se volvió viral porque Milagros la contó en su cuenta de Twitter @nenacuchilla.
“Mi abuela cumple 96. Cuando era chica no tuvo juguetes entonces cada vez que pasábamos por una juguetería se quedaba viendo los peluches. Hace tres años que le regalo peluches de animales y siempre que se los doy ella los besa y llora. Los acuesta en su cama y les habla. Los saludo cada vez que pasa por su cuarto y les da besos antes de dormir. Hoy me decía ‘sé que tal vez soy un poco infantil, pero siento que son mis hijos'”, escribió la joven.
