En los últimos años, el ‘reparenting’ ha sido una de las técnicas más populares en el campo de la psicología para tratar heridas emocionales y traumas originados en la niñez.
La idea general es que no puedes retroceder el tiempo y eliminar esos momentos que te causaron daño, pero sí puedes aprender a ser tu propia madre o tu propio padre, y sanar esas heridas como adulto.
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La terapeuta Linda Esposito declara en un artículo para Psychology Today que “sin modelos adecuados de crianza de los hijos, el mundo puede ser un lugar aterrador. Como adultos, depende de nosotros volver a darnos esa crianza que necesitamos o aprender de otra persona”.
¿Qué es lo que debes aprender? Inteligencia emocional, resiliencia, sanos límites y la mecánica de las relaciones saludables.
Es un proceso terapéutico
La negativa de ir hacia el pasado y tocar esos puntos dolorosos es una de las razones por las que el reparenting a menudo es iniciado por un terapeuta o profesional.
El tema es que, solo removiendo esos recuerdos hirientes es que puedes encontrar el origen de muchas de las creencias y experiencias que han moldeado tus relaciones con otros y tus vivencias actuales.

“En realidad, los “errores” son a menudo comportamientos inconscientes. Si no experimentaste el amor incondicional al crecer, es posible que no te sientas cómodo expresando tus emociones a sus seres queridos. El miedo al rechazo es fuerte y, desafortunadamente, también lo es la tolerancia al comportamiento abusivo. No es que disfrutes del abuso, pero probablemente tampoco sepas cómo detenerlo”, explica la terapeuta.
El efecto de una mala paternidad es que la persona llega a la adultez sin saber cómo tomar responsabilidad por sí mismo y con necesidades esenciales insatisfechas. La buena noticia es que como adulto ya no necesitas que tus padres hagan nada por ti, puedes hacerlo tú mismo.
Pasos para un reparenting exitoso
El primer paso es establecer límites de respeto, tanto hacia ti mismo como hacia los demás. Esto consiste en establecer lo que es aceptable y lo que no, lo que es saludable y beneficioso para ti.
Te darás cuenta de que probablemente tus relaciones son conflictivas porque no han sabido poner un alto a situaciones abusivas.
Segundo, cuida de ti mismo, como querrías que tu madre o tu padre lo hubiera hecho. Te puedes proveer todo el amor, la seguridad y la estabilidad que esperabas de tus padres. No necesitas ya nada de ellos.

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Trabaja en relajarte y mantenerte en el momento presente. Las técnicas de meditación y relajación te permitirán conectar contigo y liberar la ansiedad y el estrés que a veces te hacen tomar malas decisiones, que pueden ser riesgosas para ti.
Muchas personas con problemas con sus padres tienden a ver el mundo como un lugar peligroso. Reconfigura esos pensamientos, visualiza tu vida como un espacio seguro, donde las personas actúan con buena voluntad y son dignas de confianza. Comenzarás a ver cambios en tu dinámica.
De igual manera, debes aprender a ser tolerante a las frustraciones, aprender que las cosas no son siempre como tú lo deseas, e incorporar resiliencia: la capacidad de aprender de las dificultades y superarlas.
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