Que te despidan de tu trabajo es algo que desmoraliza a cualquiera, pero que lo hagan cuando tienes 60 años y le has dedicado los últimos 18 a una misma empresa, es mucho peor. Es exactamente esa la vivencia de la presentadora María Celeste Arrarás, que hoy considera un gran aprendizaje de vida.
La puertorriqueña era el rostro principal de ‘Al Rojo Vivo’, y durante casi dos décadas llegó a los hogares latinos en las mañanas con sus curiosas noticias de interés humano.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia, todo cambió. “Queridos amigos, con profunda tristeza, quiero informarles que ayer fue mi último día con ‘Al Rojo Vivo’ y en la pantalla de Telemundo. Esta mañana fui informada por la empresa de que han decidido que el programa tome otro rumbo y que debido a ajustes por la pandemia ya no seré mas parte del show”, escribía en agosto de 2020.
“Telemundo ha sido mi casa durante casi 20 años y estoy muy agradecida por la oportunidad que me brindaron de haber podido cubrir grandes eventos noticiosos y de servir a nuestra comunidad hispana por tantos años”, declaró.
Pero en medio de la tristeza, María Celeste Arrarás sabía que este era un nuevo comienzo, si se daba la oportunidad de enfocarlo de esa manera. “Dejo atrás a muchos compañeros queridos que siempre podrán contar con todo mi apoyo. Ni mi pasión por el trabajo, ni mi carrera terminan aquí. Por el contrario, mi compromiso con ustedes continúa tan fuerte como siempre”, expresó la presentadora.
Su caso resonó entre muchas mujeres que han experimentado lo difícil que es salir de un trabajo cuando ya eres una mujer madura y la mayoría del mercado se enfoca en talentos jóvenes.
Maria Celeste Arrarás de vuelta con todo
Pero María Celeste demostró que cuando se tiene talento y ganas, la edad y las circunstancias no son relevantes. La prueba es que este año regresa con CNN, en un nuevo trabajo donde explotará su vena periodística.
“Yo lo que soñaba era hacer ese tipo de reportajes de fondo, trabajos investigativos, de denuncia, que tuviesen peso”, dijo en entrevista con Los Angeles Times.
Y ahora va a tener la oportunidad de hacerlo en una cadena que le ha dado una plataforma de 50 millones de potenciales usuarios.
María Celeste Arrarás se convierte así en la única mujer del llamado “Domingo de gigantes”, en el que solo los periodistas más experimentados y de renombre tienen un espacio de prime time.
Y ese es el mensaje que ella quiere dejar a las madres, a las mujeres en general y a las periodistas más jóvenes: cuando se cierra una puerta, se abre una ventana y, a veces, esa ventana es mil veces más grande.