¡Somos dueños de nuestro cuerpo! Y eso es indiscutible, sin embargo, hay personas que se sienten con la libertad de opinar sobre un cuerpo que no le pertenece diciendo frases sobre el peso o algún rasgo en particular.
Comentarios como “para ser gordita, eres muy bella” o “te ves mejor ahora que estás delgada” son más comunes de lo que uno se puede imaginar. El detalle es que es momento de detener esa conducta porque no está bien y puede dañar el autoestima de alguna persona.
Aunque son frases que pueden decirse de forma ‘inofensiva’, porque son aprendidas de tías, madres o abuelas, lo cierto es que no son elogios. ¡Para nada! En realidad pueden considerarse como una forma ‘amable’ de criticar el cuerpo de alguien más.
Pero seamos honestos, nadie quiere escuchar una opinión que no pidió porque no es de su interés. Así que es momento de ser más empáticos y respetuosos con los demás, es momento de comenzar a ¡cuidar las palabras!

Te puede interesar: “¿Y el bebé para cuándo?”: Cosas que no deberías decirle a una mujer sin hijos
Frases sobre el cuerpo o peso que parecen halagos pero no lo son
¿Por qué un tema de conversación es si alguien está delgado o no? Especialmente cuando el tema lo saca otra persona del grupo. En realidad, existen demasiadas cosas de las que se puede platicar y no generan ningún impacto en el autoestima de nadie.
“Que linda eres de cara”, “Luces más bonita ahora que estás más delgada”, o “Que gordita tan simpática”, no son cumplidos. Además, decir que alguien se ve mejor porque está delgada normaliza la idea de que la belleza está ligada a la delgadez.
Del mismo modo, las frases sobre el peso pueden llegar a ser muy incómodas para los participantes de una conversación. Y es que no solo están los que hablan sobre bajar de peso, también los que motivan a una persona flaca a ganar peso para “verse mejor”.
Por otro lado, decir comentarios como: “Que pena que esa blusa ya no te queda”, “Se te veía mejor antes” o “Con cinco kilos menos te quedaría más bonito”, no ayudan en nada. De hecho puede hacer sentir mal a la persona que recibe el mensaje.

¡Evita las comparaciones!
En todo grupo de amigos siempre está el gracioso o la imprudente, no obstante, las comparaciones pueden arruinar la noche. Hacer comentarios que relacionan un hábito con alguien no es lo más respetuoso del mundo. Por eso, decir algo como: “me la he pasado comiendo como siempre lo hace (nombre)”, es un error que puedes evitar.