Especialistas han señalado que la actuación de Will Smith en los Oscars es una muestra de problemas de control de la ira y masculinidad tóxica y que deben ser objeto de estudio.
En una editorial en Los Angeles Times, Shaun Harper especifica cuál es el problema. “Como especialista en estudios sobre los hombres, enseño que la “masculinidad tóxica” son manifestaciones de la niñez y la hombría que son perjudiciales para uno mismo y para los demás. En muchos sentidos es un cóctel de los peores comportamientos y actitudes que puede tener un hombre”, afirmó.
“Le lleva a actuar sin autocontrol y a interpretar estereotipos machistas. En muchos casos, se alimenta de presunciones sobre cómo se supone que deben actuar los hombres. Es esta última característica la que se puso de manifiesto en los Oscar”, recalca.
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Asegura que los hombres han sido programados socialmente para imponerse a través de la fuerza en sus interacciones, y cumplir con el papel de “salvador” que les ha sido asignado. Es por ello que es una tarea pendiente para muchos aprender a respetar a los demás, gestionar mejor sus emociones y deslastrarse del papel de héroes.
Una disculpa que no borra los hechos
Por su parte, The Independent cita a Mike Fisher, de la Asociación Británica de Gestión de la Ira, quien cree que todo el incidente podría haberse evitado si Will hubiera asistido a terapia para controlar su rabia.
A casi 24 horas del incidente, Will Smith finalmente publicó una disculpa hacia Chris Rock. “La violencia, en cualquiera de sus formas, es venenosa y destructiva. Mi comportamiento anoche fue inaceptable e indefendible… Me gustaría disculparme públicamente contigo, Chris. Estuve fuera de lugar y me equivoqué”, escribió.
Con este episodio, que hizo que el cine fuera lo de menos en la noche más importante del año para quienes trabajan en esa industria, queda claro que la ira no controlada tiene consecuencias devastadoras.
Las consecuencias de la ira
El psicólogo David Schawrtz habla de esas consecuencias en un artículo para Psychology Today. “El mayor problema es que la gente no siempre tiene una segunda oportunidad cuando sus emociones se apoderan de ellos. Por ejemplo, si Will Smith hubiera llevado un arma anoche, ¿podría haberla utilizado? Hay miles de personas en la cárcel ahora mismo cumpliendo penas duras porque dejaron que sus emociones se apoderaran de ellos y controlaran sus acciones”, señaló.
“Solo hacen falta unos segundos de pérdida de control para apuñalar o disparar a alguien. Estoy seguro de que muchas veces, cuando una persona reaccionó de forma violenta, pudo haberse arrepentido inmediatamente de sus acciones cuando ya era demasiado tarde”, concluyó el especialista.
En general, los especialistas aseguran que hay mejores maneras de gestionar los conflictos que recurrir a la fuerza. ¿Qué opinas de la acción de Will Smith?