Julieta Fierro asegura que es “una señora normal”. La contradicen los 40 libros que ha publicado, todas las instituciones que llevan su nombre y los 73 años de vida que en gran parte ha dedicado a la ciencia: ella es una señora extraordinaria.
Una de sus mayores misiones es divulgar el conocimiento de las galaxias, constelaciones y ese polvo de estrellas del que todos estamos hechos.
“Todos nosotros estamos reciclados. Ustedes tienen moléculas de Cristo y de Barrabás, y de Nerón”, dijo en entrevista con El País, al explicar que estamos hechos de las mismas partículas que existían hace millones de años. “Todos tenemos átomos de millones de años. Tú tienes átomos que estuvieron antes en un dinosaurio”, ilustra.
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A esta científica le interesa la divulgación, y estimular la curiosidad que lleva a nuevos descubrimientos ya comprender mejor quiénes somos y de dónde venimos.
Julieta Fierro defiende a las mujeres
Incluso habla sobre temas tan delicados como la religión. “No podemos competir con la religión, solo respetarla, es demasiado fuerte… La gente que aprovecha la religión a su favor. Para la mujeres es nefasta, el sexo es malo, es bueno sufrir, la culpa, somos las brujas. No hay deidades femeninas más o menos razonables”, declara.
Asegura que en esos sistemas de creencias hay temas negativos. “Hay verdades nocivas. Por ejemplo, eso de que Adán esté feliz y toda la culpa la tengamos las mujeres. ¿Es muy cómodo para un señor creer en esa religión, no? Tu pareja es la culpable de todo por la eternidad”, afirmó.
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Otro tema con el que lidia son con las corrientes del pensamiento que niegan el fundamento de que la Tierra es redonda, en un extraño regreso a la Edad Media. Al respecto, Julieta Fierro declara que “vivimos en una sociedad de culpa y es cómodo buscar justificaciones raras”.
Mientras tanto, ella forma parte del grupo de personas que busca abrir los ojos al conocimiento, más que a la verdad. “La ciencia por definición no tiene la verdad, el teorema de Gödel muestra que la verdad no existe. Ahora tenemos las ondas gravitacionales para saber, es como si nos regalaran un nuevo sentido para explorar, otra manera, sin ver ni oler ni tocar, eso es un regalo de este siglo y con eso vamos a poder explorar de manera más completa el universo, pero nuestra ignorancia va a seguir”.