Desde noviembre de 2020 el ejército argentino debe incorporar personas trans hasta sumar al menos el 1% de su personal, aunque la medida es rechazada por el 90% de los miembros de la institución, según DW.
El decreto 721/20 reserva el 1% de los puestos de trabajo en todas las instituciones públicas a este grupo. Específicamente, “personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad”. Por supuesto, las fuerzas armadas forman parte de este conglomerado y son el lugar donde la medida ha encontrado mayor resistencia para su aplicación.
Esta iniciativa sitúa a Argentina a la vanguardia de la legislación inclusiva en un continente, donde en países como Trinidad y Tobago la homosexualidad es ilegal y el ser trans no se reconoce.
Una fuente citada por el medio alemán detalla los retos de aplicar esta ley: “El problema es de acuerdo a qué tarea van a realizar. Una cosa es realizar una tarea de oficina y otra dentro de un elemento que está operando en el terreno, como personal de cuadros hacia oficial y suboficial que después va a tener un rango y va a tener gente a cargo. ¿Cómo lo va a tomar la persona que está en un rango inferior?”.
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Es una reparación histórica
Según el texto del decreto, la medida “busca comenzar a reparar las vulneraciones que se han cometido históricamente” contra este colectivo.
La legislación, que por los momentos es única en América del Sur, establece que toda persona trans tiene derecho a un trabajo digno y productivo; condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo; protección contra el desempleo, sin discriminación por motivos de identidad de género o su expresión.
El instrumento legal agrega que si las personas aspirantes a los puestos de trabajo no tienen la educación secundaria completa, podrán ingresar a trabajar con la condición de cursar y finalizar el nivel educativo faltante.
“La Unidad de Coordinación Interministerial deberá garantizar la formación educativa obligatoria y la capacitación de las personas travestis, transexuales y transgénero para adecuar su situación a los requisitos formales para el puesto de trabajo”, indica.
La norma es considerada un avance en el respeto de los derechos y la inclusión de las personas trans en el ejército argentino.