Alejandra Guzmán contó el calvario que ha vivido, en el que se ha sometido a 40 cirugías estéticas para arreglar el daño causado en su cuerpo por los polímeros.
En un podcast con Yordi Rosado, la cantante afirmó que su salud estuvo en grave riesgo y que en algún momento incluso pensó en rendirse.
Todo esto, después de que le inyectaran polímeros en su parte trasera, que terminaron causando una reacción que casi le cuesta la vida.
“Empecé a darme cuenta de que no estaba bien de salud cuando estaba en Londres haciendo un disco. Ahí ya no podía caminar y me empezaba a sentir muy mal, con una fiebre espantosa. Mi piel se pone negra y dura como una piedra y el plástico no permitía que mi piel respirara”, relató.
Dijo que el personal médico trabajó fuerte para salvarla, al nivel de que tuvo que firmar un documento en el que autorizaba a que hicieran algunas pruebas con ella o “experimentos”, con el objetivo de tratarla.
Alejandra Guzmán se despidió de su padre
Su experiencia fue tan difícil que pensó que no lo lograría, y en algún momento pensó en despedirse de sus seres queridos.
A tal efecto, tuvo una llamada con su papá, en la que le dijo que ya no soportaba más la situación. “Le hablé y dije: ‘Papi, ya quiero tirar la toalla, ya estoy cansada’ ya no quiero, ya no puedo”.
Pero finalmente sí pudo, sí se recuperó, y aunque le quedaron grandes cicatrices, lo que más agradece es que pudo volver a caminar y a recuperar su vida.
“Ya no me siento mal, amo mis cicatrices, ahora me quiero más que antes, me acepto más, me cuido más y el haber estado en el hospital me hizo darme cuenta de la capacidad que tiene uno de aprender”, dijo la mexicana.
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