En la vertiginosa montaña rusa de la vida, ser padres es una de las experiencias más gratificantes y desafiantes que podemos enfrentar. Sin embargo, en medio del ajetreo y las responsabilidades diarias, existe un problema que puede afectar a cualquier padre o madre y es el ‘Síndrome del bebé olvidado’.
Aunque muchos puedan estar seguros de que jamás serían capaces de olvidarse de sus hijos, lo cierto es que nadie está exento a esto. Y la razón más sencilla es que somos humanos y nuestra mente no es perfecta.
En ocasiones, podríamos llegar a olvidarnos de ciertos detalles importantes, como la presencia de nuestros pequeños en el automóvil, por ejemplo. El estrés, la falta de sueño o simplemente un descuido pueden desencadenar este devastador ‘error’. Pero lo más importante es comprender que esto no nos hace malas madres, sino seres humanos susceptibles a cometer fallas.

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Todos los padres pueden experimentar el Síndrome del bebé olvidado
Sobre ello, el doctor David Diamond, quien también es profesor de psicología y se ha dedicado 15 años a estudiar el comportamiento cerebral, explica que no es que se trate de un problema de negligencia, sino que de la memoria.
“No se trata de un problema de negligencia ni de malos padres, sino de nuestra memoria, que puede fallarnos a todos. Esto se resume en un principio muy simple: si eres capaz de olvidar tu teléfono, también eres potencialmente capaz de olvidar a tu hijo”, dijo en entrevista para Consumer Reports.
Según su investigación, el estrés al que se enfrentan los padres en la vida cotidiana puede hacer que estos lapsos de memoria sean mucho más probables. Incluso, suele ocurrir a menudo cuando hay un cambio en la rutina.
“Tenemos que aceptar el hecho de que nuestro cerebro hace múltiples tareas a la vez. Y como parte de esto, se puede perder consciencia de que llevamos un niño. […] La memoria humana es defectuosa”, agregó.
¿Cómo evitar que nos suceda?
- Establece rutinas y recordatorios: la creación de hábitos y la incorporación de recordatorios visuales pueden ayudarnos a recordar que nuestros pequeños están, por ejemplo, en el automóvil. Puedes colocar un objeto llamativo en el asiento trasero, como un peluche o una prenda de ropa, para recordarte su presencia.
- Comunícate con tu pareja y familia: mantén una comunicación abierta y constante con ellos, sobre todo cuando exista un cambio de rutina. Comparte responsabilidades.
- Utiliza tecnología y apps móviles: en la era digital, podemos aprovechar la tecnología para proteger a nuestros pequeños. Existen aplicaciones móviles que envían recordatorios o alertas para asegurarnos de que no olvidemos a nuestros niños.