Muchas mujeres que han estado embarazadas comentan que sus pies crecen en el embarazo. Todo esto parecía un mito de abuelas, hasta que un equipo de la Universidad de Iowa se propuso hacer un estudio sobre el tema.
Un grupo de 49 mujeres fueron evaluadas para saber si, en efecto, había algún cambio en sus pies durante la maternidad y el resultado fue esclarecedor. De ese total, 30 mujeres registraron un aumento en la talla de sus pies de entre 2 y 10 milímetros.
Y 35 de ellas registraron una disminución del arco del pie de entre 1 y 5 milímetros, lo que indica que sus pies no solo eran más largos, sino también un poco más gruesos.
Como debes saber, durante el embarazo es común experimentar hinchazón en los pies, debido a la acumulación de líquidos. Además, de acuerdo a la Mayo Clinic, el útero en crecimiento ejerce más presión sobre las venas, lo que afecta al retorno de la sangre al corazón.
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Pero la hinchazón es pasajera. De hecho, algunas mujeres no la experimentan en sus embarazos, pues cada gestación es diferente y hay muchos factores que influyen en su desarrollo.
¿Por qué los pies crecen en el embarazo?
La modificación del tamaño del pie es permanente y es un fenómeno que amerita un mayor estudio, de acuerdo a los investigadores, que señalan entre 60 y 70% de las nuevas madres reportan que sus pies crecen en el embarazo.
“El embarazo parece estar asociado con una pérdida permanente de la altura del arco y el primer embarazo puede ser el más significativo. Estos cambios en los pies podrían contribuir al aumento del riesgo de trastornos musculoesqueléticos en las mujeres. La investigación adicional debe evaluar la eficacia de las intervenciones de rehabilitación para la prevención de la caída del arco relacionada con el embarazo”, indica el estudio.
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El cambio en el tamaño del pie puede deberse al peso adicional que llevan las mujeres durante el embarazo, lo que ejerce una mayor presión sobre los pies y, por lo tanto, puede aplanar el arco, dijeron los investigadores. Además, las mujeres embarazadas producen hormonas que aumentan la laxitud de las articulaciones y los ligamentos, que son los tejidos que conectan hueso con hueso, lo que posiblemente hace que la estructura del pie sea más maleable.
Así que no te asustes si tienes que comprar zapatos nuevos tras tener a tu bebé. El hecho de que los pies crecen en el embarazo es un algo común de lo que mucha gente no habla.