Seguramente has escuchado esas historias de una madre que levantó un auto con sus propias manos para salvar a su hijo. Quizás hayas dicho que es increíble y exagerado, pero la ciencia ha documentado varios casos de la llamada fuerza histérica.
La fuerza histérica es un caso de demostración de una potencia sobrenatural. Por lo general, es activada por una situación de vida o muerte, según explica la BBC.
En esos casos extremos, seres humanos normales han sido capaces de levantar enormes cantidades de peso. Aunque la forma en la que ocurre no queda clara y se le considera posible de forma teórica.
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La causa de que no haya estudios más exactos sobre la fuerza histérica es porque las condiciones necesarias para su producción no pueden ser replicadas en un laboratorio. No es ético arriesgar la seguridad de las personas en un estudio o ponerlos en riesgo de muerte.
Por esa razón, los científicos solo han podido estudiar los casos que se han presentado y no tienen mayores datos sobre este fenómeno.
Se cree que el pico de adrenalina que se produce cuando un ser humano está en situaciones de peligro extremo puede aumentar su fuerza. A su vez, el cuerpo segrega endorfinas que ayudan a disminuir o ignorar el dolor, todo esto para que el cuerpo dé una respuesta a ese peligro inmediato.

Además, se estima que el ser humano usa en promedio el 60% de la capacidad de su musculatura, mientras que atletas de élite son entrenados para aprovechar el 80%. Lo que quiere decir que sí es posible lograr un rendimiento extra de lo que una persona común puede hacer.
Pelear con un oso polar gracias a la fuerza histérica
De esta manera, se explican hechos reales y documentados, como la madre que en 2006 peleó contra un oso polar. El hecho ocurrió cuando el animal se acercaba adonde su hijo de 7 años jugaba hockey con otros dos amigos.
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La mujer de 41 años vio que el oso se dirigía a los niños y solo pudo pensar en una cosa: salvar la vida de su hijo. Así que gritó y se abalanzó sobre el oso, y luchó con él hasta que alguien con un arma le disparó al animal. Ella resultó herida, pero no de gravedad, y los niños estaban sanos y salvos.
Aunque queda mucho por investigar sobre este tema, es un hecho que el amor de una madre por sus hijos es capaz de obrar verdaderos milagros. ¿Conoces algún caso de fuerza histérica?
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