María Félix es un ícono para las mujeres. Muy adelantada a su tiempo y particularmente ingeniosa. Sus palabras quedaron como testimonio para la posteridad de cómo tener amor propio y hasta curarse del mal de amores.
“Nunca he querido a nadie como me quiero yo a mí misma, entonces nadie ha podido hacerme sufrir”, dijo en una ocasión. Y esa parece haber sido su receta para mantenerse ajena a los dramas, a pesar de que en más de una vez entregó su corazón.
Su primer amor fue Enrique Álvarez Alatorre, con quien se casó cuando solo tenía 17 años y con quien tuvo su único hijo, antes de consagrarse como estrella de cine. Pero se divorciaron después de ocho años de relación y él le quitó la custodia del niño, la cual recuperaría después de varios años de lucha.
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Luego, el siguiente esposo de María Félix fue Agustín Lara, con quien se casó en 1945 y quien le compuso la canción ‘María Bonita’. Esta relación tampoco prosperó, y se acabó después de dos años. Sin embargo, ‘La Doña’ no era de las personas propensas a las lágrimas. “Habiendo tantos hombres… ¿llorar por uno?”, afirmaba.
Tampoco iba a luchar con nadie por tener pareja. “¿Yo pelearme por un señor? ¡No! Ellos sí por mí; pero yo por ellos no… Yo nunca he llorado por un hombre porque en el momento en que no me quiere él, ya no lo quiero yo”, dijo.
Incluso si alguien la rechazó, ella solía usarlo a su favor. Decía: “No te sientas mal si alguien te rechaza, la gente normalmente rechaza lo costoso porque no puede pagarlo”.
Los hombres no eran su objetivo
Tras su divorcio con Agustín Lara, la actriz contrajo nupcias con otra leyenda de la música mexicana: Jorge Negrete, quien falleció de cáncer a los 11 meses del enlace.
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El amor más grande de María Félix era su amor propio. “Es preciso que la mujer sea fuerte, que sea firme, que sea autónoma en la medida de lo posible, que busque tener una vida independiente, claro con su papel de madre, con su papel de esposa. Eso está bien. Yo he sido madre y esposa y lo he sido a fondo pero me he forjado a pulso y me he hecho yo una vida propia”, declaró.
Para ella, todo giraba en torno a darse valor, antes que cualquier otra cosa. “Hay que darse a valer y más en este país de machos”, sentenciaba.
