Desde la etapa prehispánica, los grupos que habitaban la zona del actual México usaban hierbas para ahuyentar los malos espíritus. Estos sahumerios quedaron como parte de la cultura mexicana y son rescatados como rituales de amor propio y limpieza energética.
Los sahumerios son atados de hierbas secas que se queman como método para limpiar un espacio de las malas energías o energías bajas. Todo depende de los valores atribuidos a cada planta. La técnica implica atar las hierbas y “bañar” cada espacio con los humos que emanan de él.
Existen tiendas en línea que te venden los atados completos, mientras que tú misma puedes poner a secar y hacer tus propios sahumerios en casa.
Para ello puedes usar un sahumador, que es un cuenco de barro en el que puedes poner a quemar las plantas con un poco de carbón, para potenciar el humo.
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Plantas para sahumerios
Se cree que el romero tiene propiedades purificadoras y sirve para protegerse de la envidia, es por ello que muchos tienen ramas de romero seco colocadas sobre las puertas de su casa.
Otra hierba que puedes usar es la resina de copal, que se ha usado durante siglos en México como huno ceremonial y para pedir bendiciones.
El palo santo también se usa en los sahumerios para atraer las energías positivas y quitar la vibra pesada de los lugares que percibas como densos.
El laurel es considerada una hierba poderosa, pues sirve para sacar toda oscuridad presente en un espacio, por lo que era quemada durante los exorcismos. Además de usarla para sahumar, es tradición colocarla en las esquinas de la casa, para evitar la acumulación de maldad.
Cómo hacer el ritual
La tradición chamánica indica que la limpieza empieza por la esquina Este de tu hogar. Para identificarla, debes buscar una brújula y comenzar a quemar las hierbas en ese punto.
El Este es el punto cardinal que se identifica con el elemento aire y es por ello que allí se inicia el ritual. La idea es pedir protección a los cuatro puntos cardinales.
Mientras avanzas con el sahumerio, ten tu mente enfocada y visualiza todo lo positivo que quieres atraer a tu vida y tus espacios. Recuerda caminar siempre hacia la derecha. Del Este, pasas al Sur y de allí al Oeste y terminas en el Norte.
Para concluir tu ritual, agradece y bendice tu casa. Lo poderoso de este tipo de acciones no es lo esotérico, sino la paz mental, la tranquilidad y gratitud que experimentas cuando lo haces.
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