Sarah Jessica Parker es una musa del estilo y una visionaria de la moda, pero nada de eso la preparó para lo doloroso que fue ser nombrada como “La Mujer Menos Sexy del Mundo”. Un título lamentable que acostumbraba a dar cada año la revista para hombres Maxim.
El ranking resultaba de una votación en la página web de la publicación, y en 2008, el primer lugar se lo llevó la artista, que fue escoltada en el segundo lugar por Amy Winehouse, quien fallecería ese año, y el tercer lugar para la actriz de Gery’s Anatomy, Sandra Oh.
“¿Tengo grandes pechos falsos, bótox y grandes labios? No. ¿Coincido con algunos ideales y estándares de algunos hombres que escriben en una revista para hombres? Tal vez no. ¿Soy realmente la mujer menos sexy del mundo? ¡Vaya!”, declaró Parker en una entrevista con la revista Grazia, poco después de haber sido publicada la lista, cuyos comentarios eran definitivamente crueles.
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En esa época, atacar el autoestima de las mujeres era prácticamente un deporte público validado en muchos medios de comunicación.
“Es tan brutal en cierto modo, tan lleno de rabia e ira”, comentó. “Me dolió demasiado”, agregó la intérprete que da vida a ‘Carrie Bradshaw’ en ‘Sex and the City’.
Muchos años después, Sarah Jessica tuvo que enfrentarse nuevamente al ojo crítico, esta vez desde las redes sociales, que fueron demoledoras al señalar que ha envejecido.
Sarah Jessica culpa a la misoginia
“Hay tanta charla misógina en respuesta a nosotras que nunca ocurriría con un hombre”, dijo Parker, al responder a los señalamientos sobre por qué tiene canas.
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“Casi da la sensación de que la gente no quiere que estemos perfectamente bien con el lugar en el que estamos, como si casi disfrutara de que nos duela lo que somos hoy, tanto si elegimos envejecer de forma natural y no tener un aspecto perfecto, como si te haces algo si eso te hace sentir mejor”, dijo. “Yo sé cómo me veo. No tengo elección. ¿Qué voy a hacer al respecto? ¿Dejar de envejecer? ¿Desaparecer?”.
Afortunadamente para Sarah Jessica hay infinidad de patrocinantes y marcas que desean trabajar de ella, que admiran su estilo y destacan su belleza. No en vano, la actriz tiene un valor neto estimado por Forbes en 150 millones de dólares.
