Hazlo grande o vete a casa. Ese parece ser el memo que recibe cada invitado a la MET Gala, y la legendaria supermodelo Iman lo tomó al pie de la letra.
La viuda de David Bowie, de 66 años, apareció en un estilismo más grande que la vida, haciendo una declaración de que es fabulosa, está lista para brillar y que la edad es un numerito que no le importa en lo más mínimo.
La somalí sorprendió en un diseño de animal print y plumas del diseñador Harris Reed para Dolce & Gabbana que dejaba en evidencia su tonificada figura y una piel radiante.
De esta manera se apropió del concepto de la marca, que es “romanticismo no binario”, en ese conjunto de pantalones con un corset y una pieza para su cabeza digna de una reina africana.
Iman lo hizo antes de que fuera popular
Iman es una de las mujeres que ha allanado el camino para la discusión de problemas sociales desde mucho antes de que fuera una tendencia.
Durante su auge en los 80 y 90 denunció el racismo y la discriminación institucionalizada en la industria de la moda, al punto de no aceptar el ganar menos que sus compañeras blancas.
“Dije: estoy haciendo el mismo trabajo, no veo por qué me van a pagar menos. Entonces me negué a trabajar en esas condiciones”, recalcó. En 1994 creó su compañía de cosméticos para incluir una amplia gama de tonos de piel.
Pero su visión de belleza incluye la concepción y el valor que el público le da a los años. “Soy africana y nunca nos ha asustado envejecer. Es un privilegio”, afirmó.
Y declara que parte de esa concepción de la vida viene de la crianza que recibió de sus padres, una médica y un diplomático.
“Mi madre me crió diciéndome: ‘Siempre conoce tu valor. Y si algo no te está haciendo bien, aléjate de ello. No te conformes con menos, porque eso es lo que obtendrás a partir de ese momento’. Yo era consciente de ello. Y ese fue mi superpoder, porque me enseñaron todo eso a una edad temprana”, expresó.
Puedes ver más información como esta en nuestro Instagram