Científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts han desarrollado un robot similar a un gusano para prevenir accidentes cerebrovasculares.
Mide apenas 0.5 mm de ancho y su aspecto le permite deslizarse a través del cerebro para eliminar coágulos, portar herramientas y administrar medicamentos.
Está hecho con una aleación flexible de níquel y titanio, recubierto de un hidrogel que lo ayuda a navegar por los vasos sanguíneos sin dañar el tejido.
Puede ser controlado a través de un campo magnético fuera del cráneo del paciente o con sus propios motores internos, sin el uso de radiactividad.